miércoles, 11 de abril de 2007

Ver y ser visto ...

Todos conocemos muy bien las diferentes sensaciones que nos produce observar fauna salvaje en libertad, pero pocos nos hemos parado a pensar en lo que siente el ser vivo que miramos. Después de contemplar el vuelo de una rapaz que pase por encima de nosotros es un buen momento para presentar esta actividad de sensibilización con la que se pretende que los participantes desarrollen una profunda conciencia, apreciación y entendimiento sobre el animal con el que nos hemos encontrado y su forma de vida.

El moderador pide al grupo que respondan por escrito a una serie de preguntas, que a continuación el va a plantear, acerca del emocionante encuentro con ese ser vivo. Las preguntas serán las siguientes:

- ¿Qué habéis sentido ambos?
- ¿Qué te ha preguntado? ¿Qué le has respondido?
- ¿Qué estaba haciendo?
- ¿Cambia en algo el paisaje con su presencia? ¿Y con la tuya?
- ¿Hay molestia o satisfacción al ser observado el uno por el otro?
- ¿Crees que hay semejanzas entre su vida y la tuya? ¿Y diferencias?
- Cierra los ojos durante unos segundos y concéntrate en sentir como ese ser vivo, ¿qué has sentido?

Después de dar tiempo suficiente para contestar a todas las preguntas, los participantes leen en voz alta sus respuestas para cada una de ellas. La función del moderador será la de dinamizar el debate, dando a conocer los aspectos más importantes del animal elegido para realizar esta actividad, informando acerca de su forma de vida, del lugar donde habita, de su relación con el hombre, etc.

Podemos plantear esta actividad después de observar cualquier tipo de ser vivo, pero la recomendamos a la hora de dar a conocer animales que tradicionalmente tienen mala fama, como pueden ser los insectos, reptiles y anfibios. Es seguro, que si además de describir al grupo la especie que hemos observado, realizamos esta curiosa actividad, aumentará la sensibilidad de los participantes hacia dicha especie.

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