A veces se perfectamente que puerta es la que debo abrir, pero no consigo encontrar la llave con la que abrirla. A veces tengo una llave perfecta, que sé que ha de abrir alguna puerta pero en ninguna de ellas funciona. Otras veces, por el contrario, no necesito ni llaves ni puertas, porque ya estoy dentro y no quiero salir.
lunes, 21 de mayo de 2007
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario