sábado, 7 de julio de 2007

La sonrisa del moribundo ...

Pocas cosas más reconfortantes para quienes permanecen junto a la cabecera de la cama, pendientes del enfermo que se dispone a partir, que sorprender una mirada inteligente y una sonrisa en el rostro del moribundo. Esa mirada y esa sonrisa significan tanto como si el viajero, es decir, el agonizante, les estuviese diciendo, de la única forma que le resulta posible, que la vida que se dispone a abandonar no le resultó del todo decepcionante, que en mayor o menor medida aprendió la gran lección que encerraba y que, reconfortado por esa convicción, no teme ya enfrentarse con el gran misterio que se le avecina.

El discutido testamento de Gastón de Puyparlier. Javier Tomeo.

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