sábado, 31 de marzo de 2007

Yo solo y ellas en Sanlúcar ...

No hace ni seis horas que se han ido y ya las estoy añorando.

El piano ...

La dificultad del consenso ...

En la gestión de Doñana están implicados organismos oficiales, como el Consejo Superior de Investigaciones Científicas, el Ministerio de Medio Ambiente, la Junta de Andalucía, etc. La necesidad de unificación de criterios entre ellos es obvia, y debe llegarse a acuerdos sobre posturas que, a veces, no son compartidas por todos.

Esta actividad pretende hacer comprender la gran dificultad que, en determinados momentos, puede surgir para alcanzar este consenso. Es necesario un grupo de al menos 10 personas y lápiz y papel para todos ellos. La manera de introducir al grupo es sencilla. Nos sentaremos en círculo, el moderador pondrá al grupo en una situación comprometida, pidiéndoles que imaginen, que mientras paseaban ha estallado una guerra nuclear y que rápidamente se han dirigido a un refugio. Al poco tiempo de cerrarlo, llaman a la puerta una serie de personajes, que piden que se les deje entrar. Pero tan sólo hay sitio para 3 más y tienen que decidir entre ellos, cuáles son los que pasarán.

Estos son los personajes y lo que sabemos de ellos:
1- Un pianista de 40 años autor de varios asesinatos.
2- Un abogado de 25 años y su mujer de 24 (acaba de salir del manicomio). Ambos quieren estar juntos, dentro o fuera, pero juntos.
3- Un cura de 75 años.
4- Una prostituta de 35 años.
5- Un ateo de 29 años drogadicto.
6- Una estudiante de 22 años, con voto de castidad.
7- Un físico de 28 años que sólo entrará si es con su pistola.
8- Un orador fanático de 31 años.
9- Una muchacha de 12 años retrasada mental.
10- Un homosexual de 47 años.
11- Una mujer de 34 años con dificultades psíquicas que sufre ataques epilépticos.

Primero, cada participante escribe individualmente los 3 personajes que dejaría pasar al refugio. Sin que nadie revele su decisión se forman pequeños grupos. Se pide que comparen los que particularmente eligieron y escojan a 3 personas por grupo. Cuando todos tienen sus personajes, se realiza una puesta en común. El moderador hará de abogado del diablo, defendiendo o criticando, en función de la opinión del grupo. Lo importante no es llegar a una solución, sino darse cuenta de la dificultad para ponerse de acuerdo. Individualmente, apenas tardan en tomar una decisión. En pequeños grupos, pasa más tiempo para llegar al consenso, pero cuando son todos los que han de decidir, hay casos en que después de más de dos horas hablando, no hay una decisión unánime.

La complejidad de Doñana hace que llegar al consenso entre sus gentes sea una tarea difícil, pero por suerte no imposible si existe, como así debería ser, comunicación.

viernes, 30 de marzo de 2007

Inicio de temporada ...

Duras palabras del técnico de Arenas de Doñana. Al suizo no debió de gustarle mucho la bronca que el presidente le echó tras sus declaraciones en la pasada Copa Familiar Hattrick y ahora arremete contra su presidente, del que a dicho que se interesa más por atender a la prensa que por atender las necesidades del club.

En la rueda de prensa de esta mañana y justo un día antes del inicio de la temporada, el entrenador se despachaba a gusto y declaraba lo siguiente: "Así no se puede, coño. Mañana tenemos el primer partido de la temporada contra un rival directo y el campo está en unas condiciones que dan asco. Parece más un huerto de patatas y calabazas que un campo de futbol, joder. Pero claro, a nuestro presidente eso se la suda, prefiere atender a los medios que preocuparse por las necesidades de su equipo. Luego, la responsabilidad por la falta de victorias será de otros no? Manda huevos."

En cierto modo no le falta razón, la fotografía tomada esta mañana en el entrenamiento es claro testimonio de las palabras del técnico. El balón, cerca del banderín de corner derecho del fondo sur, se perdía entre los hierbajos. El campo tiene el cesped destrozado y es complicado ver buen futbol y no sufrir lesiones. Bien es cierto, que el equipo contrario estará en las mismas condiciones, pero la verdad es que debería estar prohibido jugar en un campo así.

No a la SGAE ...

Corazón de mujer ...

Pobres de los hombres que no hayan nunca reposado su cabeza sobre el corazón de una mujer. Ellos no sabrán, entonces, por qué aman o por qué rehusan amar.

Diario. Carlos Edmundo de Ory.

jueves, 29 de marzo de 2007

miércoles, 28 de marzo de 2007

A Carmen, María y Lucía ...

Ahora mismo, esté donde esté, estoy pensando en vosotras.

Hojas muy blandas ...

El campo huele a lunes por la tarde
es decir, no huele a nada.
El viento ha barrido los olores,
y se ha quedado la tierra absolutamente descampada.

Sale hoy la luna muy temprano
y antes de amanecer está muy alta.
El azul del horizonte se diluye,
las nubes a lo lejos son hilachas.

Las yemas de los chopos están en su apogeo
pero aún no son nada.
Pasado mañana, si Dios quiere,
serán hojas muy blandas.

Doñana 1.988. Cristina Beato Guerra.

martes, 27 de marzo de 2007

Stoned ...

El hombre y los animales ...

El temor a los animales salvajes es el que más tiempo ha dominado al hombre, comprendiendo en él el temor del animal que el hombre esconde y teme en sí mismo.

El hombre tuvo envidia de todas las virtudes de los animales más salvajes y más valerosos y se las arrebató; de este modo es como llegó a hacerse... hombre.

Así hablaba Zaratustra. Fiedrich Nietzsche.

Evolution of dance ...

lunes, 26 de marzo de 2007

Y en la distancia un llanto ...

Hacía ya más de un mes que se había separado de sus cosas amadas. La distancia, la distancia que hace amar los objetos conocidos mucho más de lo que pensábamos, que nos hace amarlos de una forma sobrenatural, por encima de todo, esa distancia, era la culpable de sus llantos.

En la pequeña habitación que le habían asignado tenía dos ventanas, pero él sólo miraba por la más pequeña, por la que daba al sur. Desde allí pensaba. Le gustaba pensar y ver de vez en cuando algún bando de gaviotas, que surcando el cielo, cortaba por la mitad el único cristal que para él en su cuarto existía, mientras de la lejanía llegaba difuso el balido perdido de una oveja.

Pensó y se dió cuenta de que no se avergonzaba de haber llorado. No lloraba desde hacía un año. Empezó de nuevo a llorar. Llorando, mirando al sur, le llegaban a la mente recuerdos. Recuerdos fuertes que hacían daño, pero a pesar de todo, del dolor interno y del llanto, era feliz. ¿No es fabuloso tener unos recuerdos tan intensos, por los que llegues a llorar de felicidad?

Isle of Eigg. Junio 1.988.

Strange boat ...

Were sailing on a strange boat
Heading for a strange shore
Were sailing on a strange boat
Heading for a strange shore
Carrying the strangest cargo
That was ever hauled aboard

Were sailing on a strange sea
Blown by a strange wind
Were sailing on a strange sea
Blown by a strange wind
Carrying the strangest crew
That ever sinned

Were riding in a strange car
Were followin a strange star
Were climbing on the strangest ladder
That was ever there to climb

Were living in a strange time
Working for a strange goal
Were living in a strange time
Working for a strange goal
Were turning flesh and body
Into soul

Strange boat. Waterboys.

domingo, 25 de marzo de 2007

Hattrick con prudencia ...

Después de cinco días ausente y en paradero desconocido, hoy a comparecido ante los medios de comunicación el entrenador de Arenas de Doñana. Recordemos que después de la victoria de su equipo en la I Copa Familiar Hattrick, se negó a hacer declaraciones a la prensa y desde entonces todo han sido rumores.

En contra de lo esperado, sus declaraciones no han sido subidas de tono y se ha mostrado tranquilo y prudente durante toda la rueda de prensa. Lo primero que hizo fue felicitar a sus jugadores por la difícil victoria del pasado miércoles: "Jugamos tranquilos y pese a ir perdiendo sabíamos que tendríamos nuestras oportunidades. Así fue, las aprovechamos y al final ya no pudieron pararnos."

Del equipo rival también habló, pero esta vez para elogiar su juego y no para criticarlo duramente como en otras ocasiones: "Su planteamiento táctico fue excelente, sabían que nosotros somos más vulnerables por el centro y nos pusieron muy difíciles las cosas. Si La Martinica hubiese mantenido la condición y la forma desplegada en el primer tiempo durante todo el partido, no hubiésemos podido hacer nada para ganar, pero se les notaba cansados al final y nosotros no vinimos arriba con el empate y la prórroga."

Sin duda unas muy prudentes declaraciones del técnico suizo. Parece que los cinco días de vacaciones han tranquilizado un poco a la fiera que lleva dentro. Otras fuentes indican que el presidente tomó cartas en el asunto, y que tras las declaraciones previas al partido de Copa, mantuvo una seria charla para corregir su actitud.

Para ser feliz ...

Lejos mucho tiempo ...

De acuerdo, eres el hijo de tu padre, pero hasta el menos sutil de los observadores puede percibir que has pasado apartado de él demasiado tiempo.

sábado, 24 de marzo de 2007

Legalize marijuana ...

Nos observan ...

Los animales, con sus ojos, ven al hombre como el hombre, con sus ojos, ve los elementos.

Diario. Carlos Edmundo de Ori.

viernes, 23 de marzo de 2007

jueves, 22 de marzo de 2007

El secreto del cielo ...

En la soledad del campo se encuentra el charco que revela todo el secreto del cielo.

Greguerías. Ramón Gómez de la Serna.

Escribe para tocar ...

Nacen 3 linces en Doñana ...

Tres nuevos cachorros de lince ibérico (Lynx pardinus) han nacido en el centro de El Acebuche en Doñana, dentro del programa de cría en cautividad, como apoyo a la conservación de esta especie en peligro de extinción. Los cachorros, de los que todavía se desconoce su sexo, nacieron de madrugada y son hijos de Aura.

Puede que en breve nazcan algunos cachorros más, ya que hay más hembras en edad reproductora. Las demás hembras son, además de Aura, Adelfa, Saliega y Brisa, subadulta nacida en cautividad en 2005 y que es la primera vez que ha copulado. Brisa y Adelfa son primerizas y las posibilidades de que sus partos culminen con éxito se reducen a la mitad, como así ocurre en las primeras gestaciones de cualquier especie de felino.

Con estos alumbramientos son ya 8 cachorros nacidos en cautividad y que evolucionan favorablemente, 7 hembras y 4 machos. En 2005 Esperanza dio a luz en esto centro a una pareja, Corcho y Cynara, de los que sólo salió adelante la hembra. También el pasado año nacieron Castañuela y Camarina, hijos de Saliega, que en 2006 fue la hembra que protagonizó el parto de los 3 primeros ejemplares nacidos en cautividad de la especie, de los que 2, Brezo y Brisa, salieron adelante.

Además de estos cachorros y las citadas hembras, el programa de cría en cautividad cuenta en El Acebuche con 6 machos, junto a cuatro ejemplares más que se encuentran en el zoo de Jerez. En este centro, que participa también en el programa de cría en cautividad desde sus inicios, se ha apareado otra pareja, la compuesta por la hembra Azahar y el macho Fran.

El plan de cría en cautividad tiene como objetivo asegurar a corto plazo la conservación del material genético de la especie y crear, a medio y largo plazo, nuevas poblaciones a través de programas de reintroducción.

En la foto Saliega, con sus 2 cachorros del año pasado, asomándose al borde de la paridera.

Diferentes pero iguales ...

miércoles, 21 de marzo de 2007

Here it goes again ...

Hattrick en estado puro ...

No. No voy a revelar el resultado. Merece la pena leer el reporte sin saberlo. Ha sido un partido emocionantísimo en el que cualquiera de los participantes podría haber ganado. Esto es lo que a sucedido:

LA MARTINICA GALÁCTICA - ARENAS DE DOÑANA

1658 aficionados fueron a presenciar el encuentro, desafiando a los nubarrones que se divisaban al horizonte del estadio La cementera.

Martinica se decantó por una formación 3-5-2. Dispusieron a los siguientes jugadores: Lyhstad - Ljubenović, Vajíček, Scarano - Haselmaier, Andersson, Dummersdorf, Uimonen, Diculescu - Lyngaa, Desogus.

Arenas decidió que su formación para este encuentro debía ser una 3-5-2. Los siguientes jugadores fueron elegidos por el técnico: Gamazo - Losantos, Mioch, Ares - Yiannikakis, Vybíral, Salinas, Diana, Pajukangas - Klints, Pippa.

Martinica buscó orientar la mayor parte sus ataques por el centro. Era bastante obvio que Arenas pretendía orientar la mayor parte de los ataques por las bandas. Arenas se adelantó a los 7 de juego. Este gol era el 0 - 1, y fue el resultado de una bonita jugada central en las cercanías del área. Alejandro Arés anotó sin oposición. El jugador de Martinica, Marcus Uimonen, tuvo una buena oportunidad de empatar en el minuto 34, al recibir un pase que lo dejó solo al borde del área rival, pero el balón hizo un efecto extraño sin que él se diera cuenta y cuando disparó, lo único que consiguió fue dar una patada al aire. Tras superar a la defensa rival con una gran jugada por la banda derecha, el jugador Ronny Lyngaa de Martinica logró empatar el partido en el minuto 39 con algo de fortuna, ya que su tiro final rebotó en la pierna de un defensa. El marcador ahora es 1 - 1. Los locales se pusieron en ventaja 2 - 1 en el minuto 40 gracias a la jugada de Ronny Lyngaa, quien sin ayuda alguna, penetró por la banda derecha globeando el balón sobre el portero visitante. ¡Increíble jugada individual! Un brutal impacto contra un defensor en el minuto 43 obligó a que el entrenador realizase un cambio, porque Björn Andersson de Martinica no podía continuar jugando. Le sustituyó Adrian Heggen. Las cosas se iban a poner peor para los visitantes. Ronny Lyngaa se coló entre la defensa central en el minuto 44, cambiando los cartones a 3 - 1. Y con un singular festejo, Ronny Lyngaa celebró con su afición ¡el haber marcado un hattrick!

Los equipos se fueron al descanso con un 3 - 1. Se veía a algunos aficionados dirigiéndose al bar del estadio mientras comentaban las mejores jugadas. Los 45 minutos fueron dominados por Martinica, con un 56 por ciento de la posesión del balón.

Hay algunos errores que sólo se solventan cogiendo experiencia, algo que Markus Uimonen demostró no tener cuando tras una cesión que se quedó corta, propició la anticipación de Jorge Salinas que no pudo definir con claridad, pues llegó muy forzado. Arenas se las arregló para acercarse en el marcador a 3 - 2 cuando Alejandro Arés terminó una serie de paredes por la izquierda con un disparo potentísimo pegado al palo. Pavle Ljubenovic casi pone otro gol en el marcador de Martinica con un suave golpe franco directo al lado del portero. El portero hizo un traspié, pero se rehizo justo para rozar el esférico con la puntita de los dedos y facilitar el despeje de la defensa. Tras una gran jugada por el medio a los 75 minutos, los defensas visitantes se quedaron mirando a Adrian Heggen, quien entró solo en el área, marcando el 4 - 2 para Martinica. El jugador de Martinica Pavle Ljuvenovic vio la amarilla por impedir la reanudación cuando un oponente iba a realizar un rápido saque directo de falta en el minuto 76. Arenas siguió luchando y en el minuto 77, Jani Pippa logró marcar el 4 - 3 después de una soberbia jugada por la derecha, terminando con un sólido remate. En el minuto 82, Arenas usó su arma llamada Ermis Yiannikakis quien aprovechó su velocidad para dejar sentados a 2 defensas y decirle "¡mételo!" a Jani Pippa con un pase entre la defensa y el portero que supuso el 4-4.

El dueño del esférico en esta mitad fue Arenas, con una posesión del 53%.

¡Se acabó el tiempo! ¡Nada para nadie! Es hora de ir a tiempos extra.

Arenas se adelantó a los 106 de juego. Este gol era el 4 - 5, y fue el resultado de una bonita jugada central en las cercanías del área. Marko Pajukangas anotó sin oposición.

Con esto el equipo Arenas obtuvo la victoria en el tiempo extra. ¡Un gran final para un gran encuentro!

T H C ...

Rainy day women ...

Well, they'll stone ya when you're trying to be so good,
They'll stone ya just a-like they said they would.
They'll stone ya when you're tryin' to go home.
Then they'll stone ya when you're there all alone.
But I would not feel so all alone, Everybody must get stoned.

Well, they'll stone ya when you're walkin' 'long the street.
They'll stone ya when you're tryin' to keep your seat.
They'll stone ya when you're walkin' on the floor.
They'll stone ya when you're walkin' to the door.
But I would not feel so all alone, Everybody must get stoned.

They'll stone ya when you're at the breakfast table.
They'll stone ya when you are young and able.
They'll stone ya when you're tryin' to make a buck.
They'll stone ya and then they'll say, "good luck.
"Tell ya what, I would not feel so all alone, Everybody must get stoned.

Well, they'll stone you and say that it's the end.
Then they'll stone you and then they'll come back again.
They'll stone you when you're riding in your car.
They'll stone you when you're playing your guitar.
Yes, but I would not feel so all alone, Everybody must get stoned.

Well, they'll stone you when you walk all alone.
They'll stone you when you are walking home.
They'll stone you and then say you are brave.
They'll stone you when you are set down in your grave.
But I would not feel so all alone, Everybody must get stoned.

Bob Dylan.

martes, 20 de marzo de 2007

Guerra de papeles ...

1ª Copa Familiar Hattrick ...

La Cementera, el histórico estadio de La Martinica Galáctica, es el escenario elegido para disputar la I Copa Familiar Hattrick de todos los tiempos. A las 12:20h de mañana miércoles, se pondrá en movimiento el esférico y nada podrá detenerlo hasta que el árbitro pite el final del encuentro. Este es el prefil de los participantes:

La Martinica Galáctica: Un equipo de muchísima experiencia, bien definido y muy estable. Con una defensa muy organizada y un potente ataque central. En principio son los favoritos a llevarse el título, ya que además de estar al menos un nivel por encima de sus adversarios, juegan con el factor campo a favor.

Arenas de Doñana: Equipo revelación esta temporada en su grupo. Su medio campo es su mejor arma, aunque no se encuentre al 100% de sus posibilidades. Su ataque por las bandas es demoledor y es un equipo con una capacidad asombrosa para las remontadas. Tendrá muy complicado vencer, pero sin duda lo van a intentar.

La solución a todo esto la tendremos mañana en un espectacular partido que nadie debería perderse.

One joint later ...

Novios en el desierto ...

Es una habitación y al mismo tiempo un desierto. Las paredes desnudas se alzan lejanas y brumosas en el horizonte. Alrededor nada más que arena interminable en todas las direcciones. Arriba, en el cenit cuelga un sol candente, ¿o es una lámpara con una pantalla de esmalte azulado? La deslumbrante luz mata todos los colores, deja sólo superficies blancas y sombras negras: el esqueleto de la luz, cegador, insoportable, mortífero, el maligno brillo de un aparato de soldar cósmico.

La habitación tiene dos puertas gigantescas, colocadas en la incandescencia azul del cielo, una al norte y otra al sur sobre el horizonte tembloroso. De la puerta septentrional, una huella serpenteante de pequeños cráteres de arena conduce hacia el desierto. Allí avanza un hombre pequeño como una hormiga. A cada paso se hunde hasta los tobillos, se tambalea, rema con los brazos.

Es el novio. Su rostro está quemado por el sol, la piel resquebrajada y llena de ampollas, los labios blancos de saliva seca. Pelo incoloro, pálido, rodea su cabeza revuelto y tieso como si fuese paja. Sus gafas, que se resbalan constantemente por la nariz sudorosa, las empuja una y otra vez a su sitio con sorda paciencia. En la mano izquierda balancea un viejo sombreo de copa abollado. El chaqué de la boda que lleva puesto quizás le sentaba bien en otros tiempos, pero ahora le está demasiado grande, los faldones le cuelgan hasta los talones. La tela está raída y se deshace por algunas partes. La camisa se ha salido del pantalón, pues éste también está demasiado amplio y tiene que subírselo a cada tres pasos. Un pie va metido en un zapato de charol cuya suela se desprende, el otro pie va envuelto en un pañuelo sucio para protegerle un poco de la arena abrasadora.

Unos veinte metros por delante de este hombre marcha otro, un funcionario quizás: ropa extremadamente correcta, traje oscuro, carpeta en una mano, en la otra un paraguas tersamente enrollado. Su rostro es un poco pálido y no tiene ningún rasgo distintivo, está como borracho.
La distancia entre ambos caminantes aumenta lenta pero constantemente. El novio se apresura, jadea luchando por respirar, se cae, se levanta, sigue su marcha dando tumbos, vuelve a caerse.
-¡Oiga por favor! -grita; su voz suena aguda y tan agotada como la de una vieja. -¡Espéreme! Quisiera preguntarle una cosa. El hombre sin rostro ha oído perfectamente la llamada, pero sigue caminando un buen trecho todavía, antes de detenerse y volverse suspirando como si se tratara de los lloriqueos de un niño maleducado que trata por enésima vez de retenerle con algún pretexto. Apoyado con desgana en su paraguas, contempla como el novio trepa penosamente la duna sobre la que él se encuentra.

-¡Haga el favor de darse prisa!. -dice con frialdad. -¿Qué quiere ahora?
-Dígame -jadea el novio pensando visiblemente lo que quería preguntar en realidad, -dígame, por favor, ¿queda mucho todavía? -Al hablar se despegan sus labios con dificultad.
-Nada más que unos pasos -contesta el otro, tan correcto como antes, -hasta aquella puerta. -Al mismo tiempo señala con el paraguas la puerta al sur. Hace ademán de volverse para seguir, pero el novio le sujeta.
-Perdone -logra articular con esfuerzo -¿a dónde, en este momento lo he olvidado, a dónde vamos en realidad?
-A reunirnos con su novia, señor mío -explica el otro y se nota que ya ha tenido que dar esa respuesta a menudo. Recalca cada sílaba y habla en voz alta como si se dirigiese a un sordo o a un tonto. -Le llevo a la habitación de su novia.

El novio le mira un rato fijamente con la boca abierta, luego se da con la mano en la frente y se ríe precipitadamente, como si quisiera disculparse. Esboza una sonrisa mientras dice: -Cuando hallamos llegado a su casa todo estará en orden, ¿verdad? ¿no me pondrá peros, sólo porque ya no estoy tan bien vestido? Es todo por ella, supongo que lo comprenderá. Lo que he padecido la convencerá del amor que siento por ella. Me creerá, de eso estoy seguro. Me recibirá con los brazos abiertos.
-Cuándo hallamos llegado a su casa -constata el otro objetivamente.
-Claro, claro, -murmura el novio, -será pronto muy pronto. Por eso he escogido el camino directo desde aquella puerta de allí hasta esta puerta de ahí delante. El camino directo es el más corto, ¿verdad? Eso lo saben hasta los niños.-No -dice el otro, inexpresivo, -no en la habitación del mediodía. Se lo dije desde el principio, pero usted no quería creerlo. Cualquier rodeo hubiese sido más corto. Usted ni siquiera me escuchó. Ya hora es demasiado tarde. Ya hemos ido demasiado lejos.

El novio pasa por los labios agrietados una lengua seca como la yesca. -Entonces podré hacer con ella lo que quiera, -susurra -tendrá que tolerarlo todo sin protestar. Después de todo, es mi novia. Pero yo no lo haré. No le haré nada malo. ¿comprende lo que quiero decir? Ella es muy bella y joven. Completamente inocente, ¿sabe? En todo caso seré cariñoso con ella, delicado y discreto. Que yo haya tomado el camino directo no significa que la quiera coger por sorpresa. Le daré tiempo.
El acompañante guarda silencio y contempla desinteresado el horizonte. El novio mira un rato fijamente su dedo gordo que sobresale del zapato de charol, luego pregunta de pronto desconfiado: -Es bella y joven mi novia ¿verdad? Quiero decir ... lo sigue siendo, ¿no? ¡Por favor, diga su opinión con total sinceridad!
-Sobre esto no tengo ninguna opinión -responde el hombre sin rostro.
El novio se frota la frente.
-Sí, sí, ya sé. Sólo que ... hace ya tanto tiempo de todo. Apenas se como era. A decir verdad, ya no conozco a esa persona. Una muchacha desconocida cualquiera. ¿Cómo se llamaba? Dios mío, llevamos ya tanto tiempo en camino.
-Venimos de aquella puerta -dice la voz fría -y nos dirigimos a aquella. Eso es todo.
-No lo entiendo -confiesa el novio, -sencillamente no entiendo que esté tan lejos.
-Usted no lo comprende, repite el otro dando media vuelta para irse -pero su novia está esperando. ¡Venga!
El novio le agarra una vez más de la manga. -¿Cómo lo sabe? Quizá hace tiempo que no espera ya. O no ha esperado nunca. Podrían haber surgido problemas. Entonces habría asumido en vano toda esta carga. Haría el ridículo.
-Eso, -responde la voz seca, -ya lo verá cuando pase por esa puerta que tiene delante.
-Esa puerta -susurra el novio -es inalcanzable, siempre queda delante de nosotros, siempre igual de lejos ... Eso es un espejismo, no una puerta.
-¡Tonterías! -dice el otro sin sonreír. -Un espejismo aparece y desaparece. Pero esa puerta estaba ahí desde el principio y ha permanecido en su sitio, sin cambiar en absoluto.
El novio asiente. -Sí, sin cambiar ... desde entonces, cuando me puse en camino, cuando aún era joven.-Así que no es ningún espejismo -responde el acompañante en tono categórico, echando a andar.

Durante largo tiempo los dos hombres caminan uno al lado del otro, pero poco a poco vuelve a producirse entre ellos la distancia que va en aumento. De nuevo grita el novio y de nuevo el hombre correctamente vestido se detiene al cabo de un rato y le espera apoyado en el paraguas. El novio se deteriora por momentos, su ropa cuelga ahora en andrajos de su cuerpo, también parece haberse vuelto más pequeño y más viejo.
-Entonces -balbucea ahogadamente, haciendo un movimiento incierto en dirección a la puerta septentrional con el sombreo de copa del que sólo queda el ala, -entonces aun estaba fuerte, ¿recuerda? Entonces era yo quien iba delante, no usted, ¿se acuerda?
-A veces, -puntualiza el otro, -muy pocas.
El novio sacude tercamente la cabeza. -No, no. Usted apenas podía dominarme, le costaba trabajo guardar el paso conmigo. Entonces era yo más joven que usted, amigo. Mucho más joven y más fuerte. Era un joven imponente. -Yo -contesta el acompañante -tengo aún la misma edad.

El novio se quita con la mano el polvo de la cara arrugada. -Recuerdo -susurra -que cuando salimos por la puerta estaba sentada en el suelo una mujer viejísima, diminuta, como resecada por el sol. No llevaba sobre el cuerpo más que algunos jirones de telas de araña. Quizá era el resto de su velo de novia. ¡Pobre vieja! Sentí asco de sus pechos lacios que estaban delgados y vacíos como pliegues rugosos. ¡Pero la mirada con que me miró! He tenido que pensar a menudo en ella. Tenía los ojos medio ciegos, hundidos. Y me tendió la mano en la que sujetaba un par de tallos de rosa secos. La mirada me recordaba algo o alguien. Lo he olvidado. Sólo sé que sentí vergüenza por ella, por ser tan vieja y fea. Saqué el clavel rojo del ojal y se lo tiré. Ella lo cogió en el aire y rió con su boca desdentada. Creo que le alegró mi regalo. Si, entonces yo era realmente un joven imponente y fuerte como un toro. Pensaba, sólo unos pasos y estaré con ella, con mi novia. Tenía prisa. Por eso quería llegar a ella por el camino directo.

-¡Venga, venga! -dice el acompañante, ahora ya casi un poco impaciente.
Pero el novio tiene algo que decir todavía, aunque le cuesta trabajo hablar de manera inteligible.
-¿No cree usted también, -dice con un graznido -que sería más prudente esperar a que anocheciese? Al refrescar sería más fácil proseguir la marcha.
-¡Por favor, -responde el hombre sin rostro, -le ruego que se domine! Está usted complicándolo todo. Nos encontramos en el cuarto del mediodía. Los anocheceres están en otra parte. Vea usted mismo, aquí no tenemos prácticamente ninguna sombra. La luz está en el cenit, inalterada e inalterable.
El novio asiente con tristeza, deja caer los brazos y dice: -No puedo más.
El acompañante hurga con su paraguas en la arena. -Eso ya lo ha dicho cien veces. ¿Tengo que apelar otra vez a su sentido de la responsabilidad? Le están esperando. Su novia cuenta cada minuto. Le desea como sólo una mujer puede desear. ¿Es que eso no significa nada para usted?
-¡Sí, sí! -se apresura a asegurar el novio.De nuevo caminan ambos un largo trecho, horas o años, bajo la luz resplandeciente.

De pronto el novio se tira al suelo, rodando sobre la espalda y grita al cielo con los labios llenos de costras:
-¿Por qué? ¿por qué? ¿por qué es tan largo el camino? No llegaré nunca. Nunca, nunca veré ni abrazaré a mi novia. ¿Por qué no pude decirle sencillamente que la deseaba, que quería tenerla, que anhelaba sentir su piel, su cuerpo? -un ataque de tos le sacude y no puede seguir hablando.
El acompañante espera impasible a que se le pase, luego dice: -Todo eso lo hizo usted. Usted dijo esas cosas y así figuran textualmente en los documentos. -Con el paraguas golpea ligeramente la carpeta de cuero.
El novio mueve un rato los labios, perplejo. -Pero ¿por qué -balbucea finalmente -por qué estoy entonces aquí y no con ella? ¿Por qué voy siempre a su encuentro sin alcanzarla nunca? ¿Por qué?, ¿por qué?
-Porque usted lo quería así a toda costa. -dice el otro mirándole desde arriba. -Se lo dije una y otra vez que el camino directo era el más largo. Usted no escuchó siquiera. ¿Me escucha al menos ahora?
-Sí -grazna el novio. Mira fijamente al acompañante durante un largo rato, luego empieza a reírse. Suena como un chillido. El otro espera sin moverse. Finalmente el novio traga secamente y susurra: ¿Así que me han engañado las matemáticas, simplemente?- No -dice el acompañante -allí el cálculo es correcto.

El novio deja caer de nuevo la cabeza en la arena y mira al sol. Los ojos le duelen como si les atravesase un hierro candente, pero no le vienen las lágrimas. Ya no tiene. Deja pasar arena entre sus dedos y murmura: -De modo que así son las cosas. Me rindo. Abandono. No quiero seguir, abandono.
-¡Ánimo! -dice el acompañante, pero lo dice sin ninguna simpatía. -Allí está la puerta, sólo quedan unos pasos.
El novio sigue dejando pasar arena entre sus dedos. El acompañante le levanta en vilo y le sostiene delante de sí con los brazos extendidos, tan ligero se ha vuelto. Sus piernas se bambolean en el aire como las de un muñeco. -Ya no veo nada, -susurra -ya no tengo ojos.
-¿Y su novia? -pregunta el otro.
-Ya no se nada. No entiendo nada. No quiero nada. No tengo novia. Nunca la tuve. Nunca deseé. Nunca amé. Nunca existí. Déjeme en paz, por favor.
Pero el acompañante no cede. -No tiene usted derecho a renunciar a su existencia. Sólo piensa en si mismo. Pero ha asumido responsabilidades. Como hombre de carácter, no puede deshacerse de ellas sin más.
-Carácter ... -susurra el novio, bamboleando aun las piernas; -me pregunto porque no se encarga usted de mi tarea. La señorita se alegrará. Usted es aun joven, en todo caso más joven que yo.
El acompañante le suelta. Cae a la arena como un montón de harapos. Con los ojos guiñados trata de ver al hombre sin rostro que se alza sobre él.
-Nuestras obligaciones -oye decir a la voz concisa -no son las mismas.
El novio juega con la arena. -Obligaciones ... -susurra con una risita -obligaciones ...

Ahora el otro casi se enfada por primera vez. -Realmente se pone usted como si se tratase de su vida.
-Y así es -contesta el novio, asintiendo apenado, -se trata de mi vida, retroactivamente, ¿comprende? Soy un hombre viejo, pero no he tenido vida. Me han anulado todo. Alguien me ha escamoteado la vida, no sé quién. Y ahora ya no la quiero. No quiero haber tenido nunca una vida. Contra eso no puede hacer usted nada.
-Sí -dice el otro, -yo le llevaré los últimos pasos.
El novio lanza una risita. -Los últimos pasos ... ¡no podrá!
-¡Permítame! -dice el otro y sin esperar una contestación coge al novio en brazos. Éste coloca un delgado bracito alrededor del hombro del acompañante y apoya su vacilante cabecita de anciano en su cuello. Así recorren un largo trecho del camino. Aunque el novio no pesa ya apenas, por fin se le duerme el brazo a su portador y le deja deslizarse al suelo.
-Los últimos pasos ... -se burla triunfante el novio. -¡Lo ve! El hombre sin rostro no contesta. Engancha el puño de su paraguas en el cuello del chaqué, o más bien en lo que queda de él, y arrastra al novio detrás de sí por la arena. De nuevo transcurre un tiempo interminable.

El novio, se da cuenta de que el otro le ha soltado y trata de librarse del montón de harapos. -Hemos llegado, -oye decir a la voz indiferente, -ya le había dicho que sólo eran unos pasos.
El novio se sienta con un último esfuerzo y abre los ojos. La luz penetra en el como metal hirviendo y lanza un grito que ni siquiera percibe el mismo. Ante su mirada apagada oscila la puerta. Se abre. La vista que se le ofrece es un grado más oscura que el azul brumoso del cielo que le rodea. En ese marco se encuentra una muchacha alta, de piernas largas, vestida sólo con un velo vaporoso de novia que cae de su cabeza y envuelve su cuerpo, transparente como una delicada niebla. Su rostro está casi oculto por esa niebla, pero con tanta mayor claridad se ven sus brazos, sus muslos, sus pequeños pechos, su vientre plano y la sombra nocturna de su regazo. En la mano lleva un ramo de rosas.

-Por fin -exclama ella, -¡estoy casi muerta de deseo! ¿Dónde está? ¿dónde está?
El acompañante se vuelve hacia el novio, pero éste alza con gran esfuerzo una mano y coloca suplicante un dedito huesudo delante de su boca hundida y desdentada.
El acompañante se encoge imperceptiblemente de hombros y se dirige a la novia.
-Su novio la espera detrás de la puerta septentrional. Si lo quiere, la conduzco hasta él por el camino directo.
-Vamos -exclama ella, vamos deprisa, sólo unos pasos y estaré junto a él. Ella quiere echar a correr, pero se detiene porque el novio le tiende la mano. Desconcertada, le contempla un instante, luego le tira una rosa del ramo que tiene en la mano.
El novio alza su mirada hacia el acompañante, que ha contemplado la escena cruzado de brazos y dice en voz baja: -Al menos os habéis encontrado. Lo habéis hecho ya a menudo y lo haréis una y otra vez. Eso no pueden decirlo todos. Luego sigue a la muchacha, que se adentra en el desierto a grandes pasos hacia la otra puerta que se alza gigantesca en el horizonte septentrional. Las dos figuras se vuelven cada vez más pequeñas entre los montículos de arena y al final sólo queda una huella serpenteante de minúsculos cráteres de arena.

El novio les sigue con los ojos lechosos mientras que sus dedos acarician la rosa. -¡Qué bella es -susurra -Dios mío, que bella es!
Y mientras cae hacia atrás en la arena, aun tiene tiempo para preguntarse murmurando:
-¿Me encontrará allí, detrás de la otra puerta?

El espejo en el espejo. Michael Ende.

lunes, 19 de marzo de 2007

Hacia la sabiduría ...

Para llegar a ser un gran pensador, un sabio, hay que pasearse en solitario, durante gran parte de la vida, bajo la tenaz tormenta de nuestra propia conciencia.

Rachmaninov ...

Las palabras son balas ...

sábado, 17 de marzo de 2007

Lección de sensibilidad ...

Si no somos dueños de la frescura del aire ni del fulgor de las aguas, ¿Cómo podrán ustedes comprarlos? Cada parcela de esta tierra es sagrada para mi pueblo. Cada brillante mata de pino, cada grano de arena en las playas, cada gota de rocío en los oscuros bosques, cada altozano y hasta el sonido de cada insecto es sagrado a la memoria y al pasado de mi pueblo. La savia que circula por las venas de los árboles lleva consigo las memorias de los pieles rojas.

Somos parte de la tierra y asimismo ella es parte de nosotros. Las flores perfumadas son nuestras hermanas. Las escarpadas peñas, los húmedos prados, el calor del cuerpo del caballo y el hombre, todos pertenecemos a la misma familia. El agua cristalina que corre por los ríos y arroyuelos no es solamente agua sino también representa la sangre de nuestros antepasados, si les vendemos tierra deben recordar que es sagrada y que cada reflejo fantasmagórico en las claras aguas de los lagos, cuenta sucesos y las vidas de nuestras gentes. El murmullo del agua es la voz del padre de mi padre. Los ríos son nuestros hermanos y sacian nuestra sed, son portadores de nuestras canoas y alimentan a nuestros hijos.

Sabemos que el hombre blanco no comprende nuestro modo de vida. El no sabe distinguir entre un pedazo de tierra y otro, ya que es un extraño que llega de noche y toma de la tierra lo que necesita. La tierra no es su hermana, sino su enemiga, y una vez conquistada sigue su camino, dejando atrás la tumba de sus padres sin importarle. Trata a su madre la tierra y a su hermano el firmamento como objetos que se compran, se explotan y se venden como ovejas o cuentas de colores.

No sé, pero nuestro modo de vida es diferente al de ustedes. La sóla vista de sus ciudades apena la vista del piel roja. Pero quizás sea porque el piel roja es un salvaje y no comprende nada. No existe un lugar tranquilo en las ciudades del hombre blanco, ni hay sitio donde escuchar como se abren las hojas de los árboles en primavera. Pero quizás también esto se debe a que soy un salvaje que no comprende nada. El ruido sólo parece insultar nuestros oídos y después de todo ¿para que sirve la vida si el hombre no puede escuchar el grito solitario del chotacabras, ni las discusiones nocturnas de las ranas al borde del estanque?

¿Qué sería del hombre sin los animales? Si todos fueran exterminados el hombre también moriría de una gran soledad espiritual. Porque lo que le suceda a los animales también le sucederá al hombre.

Esto sabemos: La tierra no pertenece al hombre, el hombre pertenece a la tierra. Todo lo que le ocurra a la tierra le ocurrirá a los hijos de la tierra. Lo que el hombre hace con la tierra se lo hace a sí mismo. Termina la vida y empieza la supervivencia.

Extracto de la carta del jefe indio Seattle al presidente de E.E.U.U., Franklin Pierce, con ocasión del tratado de Port Elliot, en el que se proponía a los indios la compra de sus tierras.

Creencia y verdad ...

Creencia es la verdad de uno mismo.

Acerca del petroleo ...

viernes, 16 de marzo de 2007

¿A dónde vamos? ...

Avanzando ...

Si estamos una hora preocupándonos por comprender a los demás, quizás avancemos unos metros, por el contrario, en un sólo segundo de profundización en nosotros mismos, habremos avanzado, sin duda, kilómetros.

Invierno en el mar ...

Cuando madrugo,
en la playa,
hay huellas de patitas de gaviotas,
que vienen a comer soledad
y a beber espuma de las olas.
¡Qué dibujos hacen sus patitas en la arena,
voy saltando,
destruirlos me da pena!

Cuando vienen los niños,
gritan y juegan con la pelota,
no queda una gaviota.

En el invierno
es triste ver una playa solitaria,
sin aves,
es más triste ver una playa sin niños
ya lo sabes.

Versos fritos. Gloria Fuertes.

jueves, 15 de marzo de 2007

Imperfection ...

A la música ...

Nacido con un alma normal, le pedí otra a la música: ese fue el comienzo de desastres maravillosos ...

¡Cuánto me gustaría morir por la música, como castigo por haber dudado de la soberanía de sus hechizos!

Silogismos de la amargura. E. M. Cioran.

La grúa y la jirafa ...

A menos de una semana ...

Robert Kemplin, 47 años, amante del juego ofensivo y con un carácter temperamental que a veces roza la infamia, no tiene pelos en la lengua ...

El entrenador de Arenas de Doñana manifestó esta mañana a los medios de comunicación, mediante una rueda de prensa, que: "Ni las lesiones de dos de los titulares, ni el agotamiento de final de temporada y, ni siquiera, el bajo espíritu de equipo que se maneja dentro del vestuario, pueden evitar nuestra victoria."

Acto seguido, y con su desfachatez habitual, recomendó a los jugadores de la Martinica: "Que no se olviden las espinilleras, ni un botiquín por si las moscas."

Los árbitros támbién se llevaron su parte: "Sólo espero que los árbitros no nos toquen los cojones como viene siendo habitual en las últimas jornadas y que permitan que el partido se realice en igualdad de condiciones. Parece que últimamente, no terminamos un partido con los 11 sobre el terreno de juego, por culpa de algún tarado mental vestido de negro"

Todas estas declaraciones las ha efectuado a menos de una semana de la I gran Copa Familiar Hattrick que se celebrará el próximo miércoles 21 de marzo de 2.007 y de la que todavía no se ha decidido el lugar de su celebración.

El Club ha declinado pronunciarse directamente y mediante un comunicado oficial dice confiar plenamente en su entrenador y sus jugadores y recomienda no malinterpretar ni sacar fuera de contexto, las palabras acaloradas de su técnico.

Lo que todo el mundo se pregunta ahora es, si el presidente, en función del resultado final de su equipo en la I Copa Familiar Hattrick, seguirá contando con el entrenador o será destituido inmediatamente por "bocazas". Las posibilidades de victoria para su equipo no son muchas y es evidente que se enfrentan a un equipo bastante superior. La continuidad del mister puede estar peligrando con declaraciones de esta índole.

miércoles, 14 de marzo de 2007

Origen y destino ...

Todo comienza con la muerte, sino que se lo pregunten a la vida.

De camino hacia mí mismo ...

No soy un hombre que sabe. He sido un hombre que busca y lo soy aún, pero no busco ya en las estrellas ni en los libros: comienzo a escuchar las enseñanzas que mi sangre murmura en mí. Mi historia no es agradable, no es suave y armoniosa como las historias inventadas; sabe a insensatez y a confusión, a locura y a sueño, como la vida de todos los hombres que no quieren mentirse más a sí mismos.

La vida de todo hombre es un camino hacia sí mismo, la tentativa de un camino, la huella de un sendero. Ningún hombre ha sido por completo él mismo; pero todos aspiran a llegar a serlo, oscuramente unos, más claramente otros, cada uno como puede. Todos llevan consigo, hasta el fin, viscosidades y cáscaras de huevo de un mundo primordial. Alguno no llega jamás a ser hombre, y sigue siendo rana, ardilla u hormiga. Otro es hombre de medio cuerpo hacia arriba, y el resto pez. Pero cada uno es un impulso de la Naturaleza hacia el hombre. Todos tenemos orígenes comunes: las madres; todos nosotros venimos de la misma sima, pero cada uno tiende a su propio fin. Podemos comprendernos unos a otros, pero sólo a sí mismo puede interpretarse cada uno.

Demian. Hermann Hesse.

¡Ya! ...

martes, 13 de marzo de 2007

Id love to change the world ...

Acción - Reacción ...

Aromas que no volverán ...

Sin saber el cómo ni el porqué, quizás, sin tan siquiera quererlo, nació. Su abuelo fue el primero que le vio. Ya de niño, se decía a si mismo muchas veces, con un ligero orgullo, que su abuelo había sido el primero en verle, en tenerle entre sus manos. Creo que aborrecía y amaba a su abuelo por ello. Fué un parto prematuro y difícil, pero cuando el abuelo golpeó con su mano su cuerpo y comenzó a vivir, todo el quirófano se llenó de una extraña satisfacción. Una satisfacción que corría por los rincones, para luego, introducirse en el cuerpo de los que allí se encontraban.

Algo más de diez años más tarde, mientras una noche dormía en casa de su vecina, deseándola como desean los niños, con un deseo irreal, deseando, pero sin saber exactamente el qué. Su abuelo murió. Por la mañana, al llegar a casa, encontró a su padre en la cocina:
- El abuelo murió ayer, sobre las nueve de la noche.
- ¿Sí? - No fue capaz de decir más.
Se quedó como helado unos segundos y luego llegó a su cuarto. Se imaginaba a si mismo besando y jugando con el sexo, todavía infantil, de su vecina, mientras en una vieja cama de cuaquier hospital, su abuelo del alma, moría. LLegó a a odiarse por haber actuado así.

Juró que jamás se olvidaría de él. Se prometió pensar en su abuelo todos los días. Lo imaginaba en el sillón de su casa, pidiéndole una cerveza y dos rebanadas de pan con queso. Los primeros días no se lo quitaba de la mente. Luego, dejó pasar sin querer un día, más tarde fueron semanas y es seguro que incluso meses. Su recuerdo es ahora difuso como la niebla.

Cuando le dieron la noticia no lloró. No entendía lo que era la muerte. Si, el abuelo está muerto, pero mañana volverá a roncar la siesta, medio tumbado en su sillón. Se repetía eso en su cabeza como el eco en las montañas. A la tarde, por la inercia de ver a los demás, lloró. Fue incapaz de contener el llanto, un llanto agudo, profundo y silencioso, que se formaba en su interior y en su interior se expandía, llenando su cuerpo, su alma, sin que se escapase ni el más mínimo sollozo fuera de su ser. Dejó de llorar y notó que la angustia salía poco a poco. Salía por todos los poros de su piel, pero despacio, tan lentamente como cuando pasa el tiempo en momentos de amargura.

Los niños controlan sus llantos. Pueden comenzar y parar de llorar tan rápido, como un rayo surge del suelo para llegar a las nubes. No les importa llorar en presencia de nadie. Los adultos sólo lloran cuando están solos, y en ese momento, en ese instante en que el llanto se ha apoderado de todo su ser, de sus entrañas, vuelven a ser niños de nuevo, se avergüenzan, y el llanto y la angustia salen a borbotones como el caudal de una cascada, hasta que por fín, una paz interior les libera parte de la tensión y llega una incierta calma. Pienso que sería bueno llorar todos los días.

El abuelo murió, y aunque no piense en él todos los días como en un principio se prometió, en su memoria siempre estará sentado en su sillón, pidiéndole una cerveza y dos rebanadas de pan con queso, y quizás, ronque la siesta medio tumbado en su sillón.

A mi abuelo. Isle of Eigg (Scotland). Junio 1.988.

lunes, 12 de marzo de 2007

El eslabón perdido ...

El carbón recuerda ...

Cuando es brasa el carbón se acuerda de todo, hasta de cuando era un árbol verde en un mundo lleno de esperanzas.

Greguerías. Ramón Gómez de la Serna.

Detrás de la puerta ...

Cuando nos acercamos a la naturaleza, lo hacemos para observar su grandeza. Nos maravillamos de la gran variedad de sentimientos que produce en nuestra mente y creemos ver abierta, por un instante, la puerta del porqué de nuestra existencia.

domingo, 11 de marzo de 2007

Viaje a ninguna parte ...

Entre la floresta ...

Caminábamos juntos y separados, entre las desviaciones bruscas de la floresta. Nuestros pasos, que era lo ajeno de nosotros, iban unidos, por unísonos, en la blandura estallante de las hojas, que alfombraban, amarillas y medio verdes, las irregularidades del suelo. Pero iban también disyuntos porque éramos dos pensamientos, no había de común entre nosotros sino que lo que no éramos.

Había entrado ya el principio del otoño, y, además de las hojas que pisábamos, oíamos caer continuamente, en el acompañamiento brusco del viento, otras hojas, el ruido de hojas, por todos los sitios por donde íbamos o habíamos ido. No había más paisaje que la floresta que los velaba a todos. Bastaba, sin embargo, como sitio y lugar para los que, como nosotros, no teníamos por vida más que el caminar unísono y diverso sobre un suelo mortecino. Era, creo, el final de un día, o de cualquier día, o por ventura de todos los días, en un otoño todos los otoños, en la floresta simbólica y verdadera.

Qué casas, qué deberes, qué amores habíamos abandonado, nosotros mismos no sabríamos decirlo. No éramos, en aquel momento, más que caminantes entre lo que habíamos olvidado y lo que no sabíamos, caballeros a pie del ideal abandonado. Pero en eso, como en el ruido constante de las hojas pisadas, y en el ruido siempre brusco del viento incierto, estaba la razón de ser de nuestra ida, o de nuestra venida, pues, no sabiendo el camino o por qué el camino, no sabíamos si partiríamos, si llegábamos. Y siempre, a nuestro alrededor, sin lugar sabido o caída vista, el ruido de las hojas que se amontonaban adormecía de tristeza a la floresta.

Ninguno de nosotros quería saber del otro, aunque ninguno de nosotros proseguiría sin él. La compañía que nos hacíamos era una especie de sueño que cada uno de nosotros tenía. El ruido de los pasos unísonos ayudaba a cada uno a pensar sin el otro, y los propios pasos solitarios le habrían despertado. La floresta era toda ella claros falsos, como si fuese falsa, o se estuviese acabando, pero no se acababa la falsedad, ni se acababa la floresta. Nuestros pasos unísonos seguían siendo constantes, y en torno de lo que oíamos de las hojas pisadas iba el ruido vago de hojas que caían, en la floresta convertida en todo. Floresta igual al universo.

¿Qué éramos? ¿Seríamos dos o dos formas de uno? No lo sabíamos ni lo preguntábamos. Un sol vago debía de existir, pues en la floresta no era de noche. Un fin vago debía de existir, puesto que caminábamos. Un mundo cualquiera debía de existir, pues existía una floresta. Nosotros, sin embargo, éramos ajenos a lo que fuese o pudiera ser, caminantes unísonos e interminables sobre hojas muertas, oidores anónimos e imposibles de hojas cayendo. Nada más. Un susurro, ora brusco ora suave, del viento desconocido, un murmullo, ora alto ora bajo, de las hojas presas, un resquicio, una duda, un propósito que había terminado, una ilusión que ni siquiera había existido: la floresta, los dos caminantes, y yo, yo, que no sé cuál de ellos era, o si era o dos o ninguno, y asistía, sin ver el final, a la tragedia de no haber nunca más que el otoño y la floresta, y el viento siempre brusco e incierto, y las hojas siempre caídas o cayendo. Y siempre, se veía claramente sin ninguna finalidad, un sol y un día, en el silencio rumoroso de la floresta.

Libro del desasosiego. Fernando Pessoa.

sábado, 10 de marzo de 2007

Amazing ...

Mi vida, mi alma ...

Penetran mis dedos en tu pelo, rozándote la cara.
Cierras los ojos, pero me estás mirando.
Aprietas ligeramente mi mano,
y haces de todo mi cuerpo un escalofrío.
Sin poder evitarlo, tiemblo y se me cierran los ojos.
Se me cierran los ojos, pero te estoy mirando.

Uso de toda mi fuerza.
Por fin, llego a tu boca y suavemente te beso.
Mi corazón se acelera.
Te abrazo.
Me abrazas.

Y te digo: te quiero mi vida.
Y me dices: y yo mi alma.
¡Qué bonito!
Tu eres mi vida, yo soy tu alma.

A Carmen. Doñana. Junio 1.991.

Me fumo dos porritos ...

viernes, 9 de marzo de 2007

Esto es Hattrick ...

Atrapado por el espíritu.
Retenido por la forma.
Cogido por la confianza.
Capturado por la condición.
Sujetado por los aficionados.
Detenido por los patrocinadores.
Cazado por los especialistas.
Arrestado por la experiencia
Recluido por las transferencias.
Encerrado por las estrategias.
Encarcelado por el entrenamiento.
Atado por el organizer.
Agarrado por el tamaño del estadio.
Frenado por la alineación
Contenido por las lesiones.
Paralizado por los amistosos.
Inmovilizado por la economía.
Interceptado por los rivales.
Asido por los reposicionamientos.
Aprehendido por las habilidades del jugador.
Definitivamente, PRESO DEL HATTRICK ...